Una noche sombría caminando sobre aquel callejón me tomaste de la cintura haciéndome presa de aquella salvaje tentación.
toque tu nuca y de inmediato me colocaste en aquella losa húmeda, tus manos tocaron mi cuerpo enredándome en el sublime deseo de placer.
haciendo que deslices al suculento néctar de los dioses donde la miel comienza a emerger de aquel monte de venus, tocando nuestros cuerpos húmedos y tibios.
gozando de aquel oscuro y silencioso callejón...
DESPERTANDO TU MIRADA SOLO IMAGINA |
No hay comentarios:
Publicar un comentario